Tener una alberca en casa es sinónimo de disfrute, descanso y calidad de vida, pero también implica una responsabilidad importante ya que debes darle el mantenimiento adecuado y constante. Saltarse esta parte no solo puede afectar la calidad del agua, sino también la salud de quienes la usan y la vida útil del sistema de filtrado y bombeo.

En este artículo te explicamos cada cuánto se debe dar mantenimiento a una alberca residencial, qué incluye ese mantenimiento y las ventajas que obtendrás al mantenerla en óptimas condiciones.

¿Por qué es importante dar mantenimiento a tu alberca?

Una alberca sin mantenimiento se convierte rápidamente en un foco de bacterias, hongos, algas y suciedad. Además, el mal balance químico del agua puede provocar corrosión en el equipo, malos olores, irritación en los ojos o la piel, e incluso dañar el revestimiento de la piscina.

Entre los principales beneficios de mantener tu alberca en buen estado están:

  • Agua limpia y cristalina todo el año.
  • Evitar problemas de salud para quienes la usan.
  • Prolongar la vida útil del sistema de filtración y bombeo.
  • Reducir costos por reparaciones o tratamientos correctivos.
  • Mantener su estética y valor en caso de venta o renta del inmueble.

¿Cada cuánto se recomienda hacer mantenimiento?

1. Mantenimiento básico – Diario o 2 a 3 veces por semana
  • Revisión del nivel de agua
  • Limpieza de hojas y suciedad flotante. Tambien de la suciedad que este sedimentada.
  • Verificación del funcionamiento de la bomba y el filtro
  • Control del pH y nivel de cloro
  • Limpieza de canastillas de Bomba y de desnatadores.
2. Mantenimiento preventivo – Semanal
  • Cepillado de paredes y fondo
  • Aspirado manual o automático
  • Lavado de filtros (según tipo)
  • Ajuste químico del agua: cloro, pH, alcalinidad, etc.
3. Mantenimiento profundo – Mensual o bimestral
  • Revisión completa del sistema de bombeo y filtración
  • Revisión y limpieza de boquillas, skimmers y drenajes
  • Aplicación de tratamientos anti-algas o clarificadores si es necesario
  • Limpieza de azulejos y línea de flotación
4. Mantenimiento profesional – Trimestral o semestral
  • Inspección general del sistema hidráulico y eléctrico
  • Limpieza de fondo con equipo especializado
  • Revisión de fugas, válvulas y conexiones
  • Diagnóstico de eficiencia del sistema completo

¿Qué pasa si no das mantenimiento a tiempo?

  • El agua se puede volver verde o turbia
  • Aumenta el riesgo de infecciones o alergias
  • Se genera acumulación de sarro o algas
  • Puede haber daños en la bomba o filtros, lo que implica reparaciones costosas
  • El mal olor o apariencia del agua ahuyenta a los usuarios

Conclusión: La constancia es la clave

El mantenimiento de una alberca no debe ser visto como un gasto, sino como una inversión en salud, bienestar, seguridad y funcionalidad. Una rutina constante, acompañada de revisiones profesionales periódicas, garantiza que tu piscina esté lista para disfrutarse los 365 días del año.

¿No sabes por dónde empezar o necesitas ayuda profesional? Contáctanos. Te ayudamos a diseñar un plan de mantenimiento personalizado para tu alberca residencial, incluyendo una bitácora de mantenimiento personalizada y acceso a nuestras calculadoras digitales para mantenimiento de piscinas que te harán la vida más sencilla al momento de saber la cantidad de agua que hay en tu piscina y la cantidad de químicos que debes aplicar según sea el caso de cada parámetro que desees modificar.


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